Hoy se cumplen cuarenta años de la muerte de Alejandra Pizarnik, una autora esencial en la poesía de la literatura hispanoamericana del siglo XX.
Alejandra se suicidó un día como hoy en la ciudad de Buenos Aires a la edad de 36 años.
En España, la editorial Lumen ha publicado su poesía completa y sus Diarios, bajo la edición de Ana Becciu.
Con ánimo de recuperar a esta autora, hacemos copypaste de algunos de sus poemas. Es lo que hay que hacer con los ellos, leerlos.
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Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche, déjate caer y doler, mi vida.
(Árbol de Diana- 1962)
Linterna sorda
Los ausentes soplan y la noche es densa. La noche tiene el color de los párpados del muerto.
Toda la noche hago la noche. Toda la noche escribo. Palabra por palabra yo escribo la noche.
(Extracción de la piedra de locura -1968)
Para Janis Joplin
a cantar dulce y a morirse luego.
no:
a ladrar.
así como duerme la gitana de Rousseau.
así cantas, más las lecciones de terror.
hay que llorar hasta romperse
para crear o decir una pequeña canción,
gritar tanto para cubrir los agujeros de la ausencia
eso hiciste vos, eso yo.
me pregunto si eso no aumentó el error.
hiciste bien en morir.
por eso te hablo,
por eso me confío a una niña monstruo.
(1972)